Superar la angustia

Corren tiempos veloces, tensionantes. Las mil y una cosas que cada persona tiene en la cabeza, en algún momento pueden sumarse. Y ante dicho acúmulo, su manera de reaccionar es variable. Algunas personas, son tranquilas como “agua de estanque”. Otras no.

En el extremo de la ansiedad, puede sobrevenir una sensación de peso o cierre en la garganta, con desesperación y angustia.

A veces, todo comienza con un malestar inespecífico, la persona puede decir que algo pasa, o que no se siente bien, pero no sabe definir a ciencia cierta qué es lo que verdaderamente le ocurre… simplemente algo no anda bien… 

La Homeopatía Unicista define ansiedad como una inquietud del estado de ánimo o perturbación agitante , tensión nerviosa  o especie de presagio constante de que algo está por suceder… 

Se dice que si la ansiedad se profundiza se convierte en temor, y si éste persiste va a su grado máximo que es el terror… 

Hay distintas formas de manifestar ansiedad, todas ellas se hallan contempladas por una valiosa herramienta en poder de cada médico homeópata, el repertorio. Figuran en el capitulo de mentales, la palabra ansiedad, y dentro de ella, 372 variedades de la misma. Algunas son: por anticipación, por ataques, por encierros, por fiebre, por la mañana, por la tarde, por la noche, por ruidos, con temor, con susto, viajando, por todo, por estar al aire libre, por el futuro, por la salud, , por miedo de enfermarse, por lo que puede pasar, por inquietud ansiosa, de culpa… 

Este sentimiento puede persistir en el tiempo y hacerse marcado en la persona constituyendo un rasgo de personalidad… Y entonces pueden suceder dos cosas, que esta se acople a la manera de ser o perfil de personalidad o que se agigante como un padecer, un enfermar, como algo que hace sufrir día a día y se convierte en un síntoma de que algo pasa, de que algo no anda bien, y de que algo debería curarse…. 

Pero casi siempre la cosa pasa desapercibida, el paciente se sube a su propia vorágine de sucesos. Y permanece en el medio de un “desordenado sobrevivir”. 

“Cómo te sentís?”, le preguntan.

“Acá andamos”, responde, “tirando”. 

“Tenés mala cara hoy, dormiste bien?” 

“y que querés, con todo esto que me pasa…”. 

Si la situación de tensión interna va empeorando paulatinamente, las cosas empiezan a ir de mal en peor… A veces se asocia un cuadro de desesperación como situación de extrema ansiedad, y traer síntomas físicos, de base emocional, tales como: sensación de una bola o nudo en la garganta. Esto es lo que denominamos angustia…. Puede generar una situación de estancamiento o fracaso aparentemente inexplicable en su vida. Aparecen otros síntomas como insomnio, hambre voraz,(es el que dice que come por ansiedad) o anorexia (falta de hambre), dolor de cabeza, cansancio general, estrés, sobre tensión nerviosa, malestar estomacal, indigestión, diarreas… 

La evolución de estos síntomas tiene varios posibles destinos, a veces hacia un empeoramiento paulatino que puede llevar poco a poco a una enfermedad más grave, hasta incurable… 

Si se ataca a tiempo el «mal» y se consigue una mejoría reconfortante muchas veces puede revertirse el proceso descrito . Respecto de esto último conviene decir que muchas veces la persona sola no puede salir de su laberinto y aquí la Homeopatía tiene su papel de excelencia en cuanto al tratamiento…. 

Porque a partir de un estudio profundo en el paciente de su personalidad, de lo que le pasa, puede encontrarse un único medicamento que lo mejore…. 

Entonces bueno es agregar que las causas pueden persistir, pero el modo de vivirlas será distinto, más protegido, menos expuesto a lo imprevisible de la enfermedad… 

En la ansiedad y en todos los desórdenes emocionales es de fundamental importancia el papel de la Homeopatía. 

Veamos cómo lo logra. 

Cuando se toma un medicamento homeopático (globulitos, gotas, papel) se está incorporando “energía pura” al paciente. Esta energía se dirige al encuentro de la que está “averiada”, y la empuja hacia un plano de vibración mucho más armónico, y “normal”.

Como suelo decir a mis pacientes, encontrarse con la Homeopatía es una de las mejores cosas que puede sucederle en la vida, ya que tiene a su alcance, un camino, hacia un destino mejor al que iban dirigidos en el desequilibrio, y al superar la “ansiedad” dejan de padecer lo cotidiano, para disfrutar de un sereno peregrinar, en el diario vivir, hacia un futuro mejor. Más tranquilo, y con “mejor onda”. 

Ese equilibrio se alcanza a partir de un medicamento de fondo o constitucional, que es el que le corresponde a una determinada persona, en un momento de su vida también determinado. 

Cuando se toma el medicamento que encaja perfecto con la persona, decimos que estamos frente al simillimum. Dicho medicamento, no solamente equilibra lo que trata, si no que además proporciona una menor vulnerabilidad de enfermar. Así se constituye en una verdadera Medicina de acción preventiva.

Para llegar a su prescripción nos fijaremos en muchos detalles que rodean al síntoma ansiedad, tales como, cuando empezó, cuál fue su causalidad, qué lo mejora, qué lo empeora.

Hay algunas maneras de presentación que son típicas para determinados medicamentos.

Así tenemos:

Ansiedad con sentimiento de inseguridad, falta de confianza, con miedo de hablar en público, incapacidad para dormir de noche, porque piensa todo lo que le sucedió en el día, falta de apetito, gran deseo de dulces, cuya causa puede estar dada por la proximidad de grandes acontecimientos o la ambición de un proyecto personal. 

Otra forma de ansiedad típica es la que se asocia a profunda inquietud, peor de noche o de madrugada, no se queda quieto en la cama, es muy sensible al frío, fastidiosamente ordenado, con piel fría y húmeda, y pulso acelerado, con gran inseguridad.

Otra forma es la que se asocia con gran temor, temor a todo: a la noche , a estar solo, a la noche, a los ruidos, que se mejora con palabras tranquilizadoras, muy sensible a lo que le sucede a los demás, es sumamente compasivo,  y que puede aparecer por exceso de trabajo.

Finalmente enunciamos otra forma típica: ansiedad, con miedo de volverse loco, con miedo a perder su negocio o empleo lucrativo, con falta de memoria, con miedo al ridículo, friolento, mala disposición al responder las preguntas, obstinado, tímido, y que aburre a los demás con una larga e interminable explicación de sus enfermedades.

Existen otras muchas formas “homeopáticas” de encarar el síntoma ansiedad y el síntoma angustia. Entre estas o entre aquellas puede estar la suya. Lo importante es estar a cubierto de sus posibles consecuencias y desde el equilibrio emprender un camino mejor.