Antes de definir fatiga crónica, veamos qué se entiende por stress.
Cuando nos enfrentamos a situaciones nuevas, apremiantes, existe un conjunto de cambios físicos y psíquicos que nos puede servir para adaptarnos, a dichas situaciones. Estos cambios dados dentro de un contexto de “normalidad” es decir, si no son exagerados, si consiguen su objetivo, que es el adaptarse, son beneficiosos.
Pero si la respuesta es muy intensa y persiste en el tiempo, puede acumularse, y convertirse en stress. El stress es un intento de adaptación, es un desequilibrio, desequilibrante.
Puede estar motivado por una situación adversa interminable, o porque la persona que se ve obligada a la adaptación, ya sufre otros desequilibrios emocionales previamente.
En dicho contexto se presenta una fatiga o cansancio crónico.
Esto debilita y baja tus defensas y energía para llevar a cabo las actividades cotidianas.
La fatiga puede afectar a todos los individuos, pero existen profesiones que sufren más de esta <<gripe del yuppie>>, como se comenzó a llamar. Estas profesiones suelen ser: políticos, periodistas, médicos, etc…
Causas
Al síndrome de fatiga crónica, no solamente puede llegarse por stress. También se describen otros mecanismos, como las infecciones crónicas por ciertos virus, alteraciones del sistema de defensa del cuerpo (sistema inmune), alergias crónicas, enfermedades del sistema nervioso degenerativas y un desequilibrio hormonal.
Diagnóstico
Para determinar la enfermedad o diagnosticarla en Estados Unidos se consideran los siguientes puntos:
Síntomas
Aquí vemos los síntomas asociados al síndrome de fatiga crónica, ordenados de mayor a menor frecuencia:
Fatiga | 95-100% |
Náusea | 60-90% |
Síndrome de Colon Irritable (diarrea, náusea, flatulencia, dolor abdominal) | 50-90% |
Dolor de garganta crónico | 50-90% |
Fiebre, escalofrío, sudoración, sensación de calor (todos frecuentes) | 60-95% |
Dolores musculares y articulares, dolor en el cuello | 65-95% |
Problemas de vejiga o de próstata, frecuencia urinaria aumentada | 20-95% |
Presión sanguínea baja | 86% |
Enfermedades e infecciones recurrentes | 70-85% |
Malestar general | 80% |
Intolerancia al calor y al frío | 75-80% |
Nódulos linfáticos dolorosos y/o aumentados | 50-80% |
Infecciones micóticas sistémicas | 30-80% |
Infecciones micóticas de piel y uñas | 71% |
Ganancia de peso | 50-70% |
Aparición o incremento del Síndrome Premenstrual | 70% |
Edema, retención de líquidos | 55-70% |
Disnea | 30-70% |
Temperatura corporal subnormal | 65% |
Alergias severas | 40-60% |
Sensibilidad a medicinas, inhaladores, olores y comidas | 25-65% |
Dificultad para la deglución | 55-60% |
Palpitaciones | 40-60% |
Dolor en senos paranasales | 56% |
Rash o rubor facial | 35-45% |
Dolor toráxico | 40% |
Pérdida de cabello | 20-35% |
Dolor ocular | 30% |
Sensación de presión en la base del cráneo | 30% |
Pérdida de peso | 20-30% |
Aparición fácil de hematomas | 25% |
Vómito | 20 |
Tratamiento
El tratamiento del síndrome de fatiga crónica puede encararse desde distintos puntos de vista.
En primer lugar habrá que tomar algunas medidas generales, tales como:
1.- seguir una dieta equilibrada
2.- practicar ejercicio con regularidad
3.- dormir las horas necesarias
4.- combatir el estrés prolongado
5.- evitar sustancias tóxicas y no naturales
6.- utilizar para curarse remedios naturales
7.- responsabilizarse de la propia salud
8.-pedir ayuda al profesional
TRATAMIENTO ALOPÁTICO
NEUROLEPTICOS-ANTIPSICOTICOS.
TRANQUILIZANTES-ANSIOLITICOS.
SEDANTES- HIPNÓTICOS
MIORRELAJANTES
ANTIOXIDANTES
HOMEOPATÍA UNICISTA
La Homeopatía UNICISTA actúa de modo muy profundo y completo sobre este síndrome.
Como sabemos, a partir de la medicación que provee es posible lograr un completo estado de equilibrio, tanto emocional como físico, yendo además a controlar la causalidad del problema.
Es de fundamental importancia en este caso la acción del medicamento de fondo, de base o constitucional, que es aquel que se adapta a todas las características del ser y sentir de la persona.
Se podrá complementar en algunos casos con medicamentos de acción local para cubrir síntomas persistentes.
Veamos algunos ejemplos:
– Acónitum: Para la ansiedad de manera paroxística (de instalación súbita).
– Argentum Nitricum: En ansiedad por fobias.
– Arsenicum Album: Ansiedad por tener un carácter meticuloso.
– Aurum Muriaticum: Ansiedad provocada por un estado depresivo.
– Calcarea Carbónica: Ansiedad provocada por la lentitud psíquica y por cansancio o astenia.
– Chamomilla: Ansiedad provocada por tener un carácter colérico, en ciertas depresiones y por patología dolorosa.
– Cyclamen: Angustia provocada por un perfeccionismo agotador, ideas de abandono o sentirse indigno.
– Gelsemium: Ansiedad o estrés provocado por temblores, dolores, paresias, aumenta más con el miedo de sentirse que no se va a curar.
– Ignatia: Ansiedad depresiva, con humor cambiante.
– Lachesis: Ansiedad por celos, suceptibilidad exorbitante, locuacidad, hiperactividad cerebral. También puede tratar la ansiedad de los alcoholicos.
– Lycopodium: Ansiedad por hiperexcitación, irritabilidad y autodesprecio.
– Magnesia Carbónica: Personas muy nerviosas y estresadas que suelen sufrir de espasmofilias
(contracturas musculares de manera localizada o generalizada).
– Natrum Muriaticum: Ansiedad con tendencia a la depresión en personas espasmofílicas.
– Nux Vómica: Personas con tendencia al estrés, agresivas, ansiosas, no toleran la contradicción.
– Phosphorus: Ansiedad por hiperactividad cerebral provocada por patología hepática.
– Pulsatilla: Ansiedad provocada personas muy sensibles que mejoran con el afecto y consuelo.
– Staphysagria: Ansiedad provocada por sentirse injustamente maltratado y con desprecio, vejación.
– Thuya: Ansiedad por padecer ideas fijas. Personas difíciles de carácter, psíquicamente quieren llevar la razón de casi todo. Reacciones psicóticas.