Antes de definir fatiga crónica, veamos qué se entiende por stress. 

Cuando nos enfrentamos a situaciones nuevas, apremiantes, existe un conjunto de cambios físicos y psíquicos que nos puede servir para adaptarnos, a dichas situaciones. Estos cambios dados dentro de un contexto de “normalidad” es decir, si no son exagerados, si consiguen su objetivo, que es el adaptarse, son beneficiosos. 

Pero si la respuesta es muy intensa y persiste en el tiempo, puede acumularse, y convertirse en stress. El stress es un intento de adaptación, es un desequilibrio, desequilibrante. 

Puede estar motivado por una situación adversa interminable, o porque la persona que se ve obligada a la adaptación, ya sufre otros desequilibrios emocionales previamente. 

En dicho contexto se presenta una fatiga o cansancio crónico.  

Esto debilita y baja tus defensas y energía para llevar a cabo las actividades cotidianas. 

La fatiga puede afectar a todos los individuos, pero existen profesiones que sufren más de esta <<gripe del yuppie>>, como se comenzó a llamar. Estas profesiones suelen ser: políticos, periodistas, médicos, etc… 

Causas 

Al síndrome de fatiga crónica, no solamente puede llegarse por stress. También se describen otros mecanismos, como las infecciones crónicas por ciertos virus, alteraciones del sistema de defensa del cuerpo (sistema inmune), alergias crónicas, enfermedades del sistema nervioso degenerativas y un desequilibrio hormonal. 

Diagnóstico 

Para determinar la enfermedad o diagnosticarla en Estados Unidos se consideran los siguientes puntos: 

  • Presencia de fatiga crónica severa durante 6 meses o más, con la exclusión de otras condiciones médicas conocidas por diagnóstico diferencial 
  • Aparición concurrente de 4 o más de los siguientes síntomas, en forma persistente y con recaídas durante por lo menos 6 meses consecutivos: 
  • Falta de concentración y pérdida de la memoria inmediata 
  • Dolor de garganta 
  • Inflamación de los nódulos linfáticos 
  • Dolores musculares 
  • Dolores articulares sin hinchazón ni enrojecimientos 
  • Cefaleas de un nuevo tipo patrón o severidad 
  • Trastornos del sueño 
  • Malestar después de un esfuerzo durante más de 24 horas. 

Síntomas 

Aquí vemos los síntomas asociados al síndrome de fatiga crónica, ordenados de mayor a menor frecuencia: 

  

Fatiga 

95-100% 

Náusea 

60-90% 

Síndrome de Colon Irritable (diarrea, náusea, flatulencia, dolor abdominal) 

50-90% 

Dolor de garganta crónico 

50-90% 

Fiebre, escalofrío, sudoración, sensación de calor (todos frecuentes) 

60-95% 

Dolores musculares y articulares, dolor en el cuello 

65-95% 

Problemas de vejiga o de próstata, frecuencia urinaria aumentada 

20-95% 

Presión sanguínea baja 

86% 

Enfermedades e infecciones recurrentes 

70-85% 

Malestar general 

80% 

Intolerancia al calor y al frío 

75-80% 

Nódulos linfáticos dolorosos y/o aumentados 

50-80% 

Infecciones micóticas sistémicas 

30-80% 

Infecciones micóticas de piel y uñas 

71% 

Ganancia de peso 

50-70% 

Aparición o incremento del Síndrome Premenstrual 

70% 

Edema, retención de líquidos 

55-70% 

Disnea 

30-70% 

Temperatura corporal subnormal 

65% 

Alergias severas 

40-60% 

Sensibilidad a medicinas, inhaladores, olores y  comidas 

25-65% 

Dificultad para la deglución 

55-60% 

Palpitaciones 

40-60% 

Dolor en senos paranasales 

56% 

Rash o rubor facial 

35-45% 

Dolor toráxico 

40% 

Pérdida de cabello 

20-35% 

Dolor ocular 

30% 

Sensación de presión en la base del cráneo 

30% 

Pérdida de peso 

20-30% 

Aparición fácil de hematomas 

25% 

Vómito 

20 

Tratamiento 

El tratamiento del síndrome de fatiga crónica puede encararse desde distintos puntos de vista. 

En primer lugar habrá que tomar algunas medidas generales, tales como: 

1.- seguir una dieta equilibrada 

2.- practicar ejercicio con regularidad 

3.- dormir las horas necesarias 

4.- combatir el estrés prolongado 

5.- evitar sustancias tóxicas y no naturales 

6.- utilizar para curarse remedios naturales 

7.- responsabilizarse de la propia salud 

8.-pedir ayuda al profesional 

TRATAMIENTO ALOPÁTICO 

NEUROLEPTICOS-ANTIPSICOTICOS. 

TRANQUILIZANTES-ANSIOLITICOS. 

SEDANTES- HIPNÓTICOS 

MIORRELAJANTES 

ANTIOXIDANTES 

HOMEOPATÍA UNICISTA 

  

La Homeopatía UNICISTA actúa de modo muy profundo y completo sobre este síndrome. 

Como sabemos, a partir de la medicación que provee es posible lograr un completo estado de equilibrio, tanto emocional como físico, yendo además a controlar la causalidad del problema. 

Es de fundamental importancia en este caso la acción del medicamento de fondo, de base o constitucional, que es aquel que se adapta a todas las características del ser y sentir de la persona. 

Se podrá complementar en algunos casos con medicamentos de acción local para cubrir síntomas persistentes. 

Veamos algunos ejemplos: 

 – Acónitum: Para la ansiedad de manera paroxística (de instalación súbita). 

– Argentum Nitricum: En ansiedad por fobias. 

– Arsenicum Album: Ansiedad por tener un carácter meticuloso. 

– Aurum Muriaticum: Ansiedad provocada por un estado depresivo. 

– Calcarea Carbónica: Ansiedad provocada por la lentitud psíquica y por cansancio o astenia. 

– Chamomilla: Ansiedad provocada por tener un carácter colérico, en ciertas depresiones y por patología dolorosa. 

– Cyclamen: Angustia provocada por un perfeccionismo agotador, ideas de abandono o sentirse indigno. 

– Gelsemium: Ansiedad o estrés provocado por temblores, dolores, paresias, aumenta más con el miedo de sentirse que no se va a curar. 

– Ignatia: Ansiedad depresiva, con humor cambiante. 

– Lachesis: Ansiedad por celos, suceptibilidad exorbitante, locuacidad, hiperactividad cerebral. También puede tratar la ansiedad de los alcoholicos. 

– Lycopodium: Ansiedad por hiperexcitación, irritabilidad y autodesprecio. 

– Magnesia Carbónica: Personas muy nerviosas y estresadas que suelen sufrir de espasmofilias 

(contracturas musculares de manera localizada o generalizada). 

– Natrum Muriaticum: Ansiedad con tendencia a la depresión en personas espasmofílicas. 

– Nux Vómica: Personas con tendencia al estrés, agresivas, ansiosas, no toleran la contradicción. 

– Phosphorus: Ansiedad por hiperactividad cerebral provocada por patología hepática. 

– Pulsatilla: Ansiedad provocada personas muy sensibles que mejoran con el afecto y consuelo. 

– Staphysagria: Ansiedad provocada por sentirse injustamente maltratado y con desprecio, vejación. 

– Thuya: Ansiedad por padecer ideas fijas. Personas difíciles de carácter, psíquicamente quieren llevar la razón de casi todo.   Reacciones psicóticas.