Es muy común escuchar hoy en día, y desde hace un tiempo ya, que tal o cual persona ha ido a un «homeópata» para adelgazar. Y el resultado de inicio podrá ser el esperado. Pero después, qué? Las consecuencias… Engordar el doble o el triple que el peso de comienzo, y alguna intoxicación o disbalance hormonal por algún componente de las famosas píldoras.. O que fulanito fue a un médico que le miró el iris y le dio varios tipos de gotas a tomar. Esto no es homeopatía, y los médicos que dicen ser homeópatas al hacer esto no la habrán practicado.

La consulta a un homeópata es por definición un total entendimiento y acercamiento por parte de éste hacia el paciente. Así, toma entre una hora, una hora y media, o lo que haga falta, conocer a fondo a las personas. En ese transcurso, preguntamos sobre características mentales, generales y particulares de los pacientes. Luego, analizando profundamente una totalidad sintomática que caracterice a la persona, se efectúa la repertorización y la elección del medicamento adecuado.

Lo primero consiste en el estudio de los síntomas con un libro llamado repertorio. Se hace una receta del medicamento preciso y de adquiere el mismo en una farmacia especializada.

Seguramente usted habrás escuchado algo así y espero que este breve artículo te habré ayudado a disipar alguna duda.