Predisposición a enfermar
Algunas personas «viven enfermas» , otras en cambio «no se enferman nunca». Entre medio de estos dos extremos existe todo un abanico de posibilidades entre los más susceptibles y los menos. Esta tendencia a enfermar es lo que denominamos predisposición. El tema es particularmente muy interesante para la Homeopatía, ya que, como ninguna otra Medicina, se dedica a mejorarla y a minimizarla, para estar más saludables. Es necesario comprender que: el medicamento homeopático es «energía pura». Energía en forma de glóbulos, gotas, o cualquiera sea la forma farmacéutica. Es la que va a interactuar con la propia energía de la persona tratada, para equili brarla, y de esta manera, mejorarle los síntomas que presenta, y hacer que se enferme menos.
Ahora bien, al comienzo de este artículo decíamos que alguna gente se enferma más fácil que otra. Existe otro concepto que es necesario comprender para hilar todo esto. La energía que anima a todo ser vivo se encuentra vibrando dentro de cada uno. Con el transcurso de la vida, aparecen circunstancias, hechos, situaciones que tienen la característica de ser desequilibrantes. Esto qué efecto genera? Lo que produce en la energía de cada ser humano es una alteración de esa vibración energética que tiene cada uno, que llamaremos tono. El tono normal que tiene cada uno (y que es tan difícil de mantener, porque no vivimos en una burbuja de plástico) se llama eutono. A veces puede ser que ese tono vibre demasiado fuerte, tenemos tanta energía que una parte «sobra», y estamos en una situación de hipertono. Si la vibración energética está totalmente desordenada, pervertida, hablamos de distono. Y finalmente hay una vibración de muy poco valor energético.
Tan poco que permite que todo en la vida de ese ser tienda a lo destructivo, llamamos a ese estado: hipotono. En Homeopatía la alteración del tono vital o vibración energética mal funcionante, y que nos coloca en una condición o predisposición a enfermar, se llama miasma. Hay un miasma para cada alteración de tonos. El hipertono es el miasma psórico. el distono es el sycósico, y el hipotono es el destructivo. Estas alteraciones de tono o miasmas, podrán expresarse como enfermedad clínica aparente, o ser algo latente (sin síntomas) pero con la capacidad de enfermar a la primera de cambio.
La Homeopatía Unicista, no solo corrige la manifestación superficial o visible del desequilibrio, que es el síntoma, sino que actúa más allá, más profundamente, como no lo hace ninguna otra Medicina, mejorando el tono vital o tono de base y alejando las posibilidades de volver a enfermar. Aquí su utilidad inmejorable, de Medicina preventiva, por excelencia. Mejora su predisposición quien se acerca al equilibrio homeopático. La Medicina convencional, la única predisposición que acepta es la heredo familiar, es decir, la que se hereda genéticamente. Esta también es aceptada por la Homeopatía, con el nombre de miasma heredado.