Asma es una afección del aparato respiratorio, específicamente de los bronquios, en la cual se verifica el cierre o estrechamiento de los mismos y se manifiesta como fatiga o esfuerzo al respirar.

Este esfuerzo respiratorio da síntomas de diverso grado, puede acompañarse de tos, silbidos bronquiales, sed de oxígeno y en casos graves hasta llegar a la depresión de la conciencia, coma y muerte.

Sabemos que existen formas juveniles, relacionadas con cuadros alérgicos, y formas de adultos que se presentan por lo general más allá de los cincuenta años.

El asma es cada vez más frecuente y más grave. Pocas veces se diagnostica de modo claro y se alcanza un adecuado tratamiento. Pero siempre debe tomarse enserio.

Diversos elementos influyen en sus causas: irritantes del aire respirado, polvo, polen, sustancias químicas, anestesias, tabaco, virus.

Los cuadros alérgicos se dan cuando una persona es sensible a una determinada sustancia, al retomar contacto con la misma, se produce una respuesta inflamatoria en sus bronquios que se traduce clínicamente en asma.

Existen también factores psíquicos que pueden determinarla y condicionarla y provocan la aparición de las crisis. También existen factores heredo-familiares. En todos estos casos es posible encarar el tratamiento que ofrece la Homeopatía Unicista. Esta medicina es capaz de mejorar cuadros ya instalados o crisis y además disminuir la ocupación del asma, es decir, atenuar la predisposición a padecerla.

Pede llegarse al equilibrio a partir de la acción de un medicamento  de la totalidad sintomática que equilibre todo el ser en lo emocional y físico y también puede alcanzarse dicho equilibrio con la acción de medicamentos del tropismo, es decir, aquellos capaces de cubrir síntomas locales (respiratorios), debidamente caracterizados (modalizados).

Muchos medicamentos podrán cumplir su función equilibradora en esta enfermedad, pero sólo uno es el que mejor va a adaptarse a cada caso en particular. Este es uno de conceptos que determinan el accionar de la Homeopatía Unicista.

Podemos nombrar algunos medicamentos: Metalum Album, Carbo Vegetabilis, Lycopodium, Nux vómica, Sepia, Sulphur, Graphites, Lachesis, Blatta, Drosera, Sumbucus y muchos más.

La forma de encontrar “el medicamento” es a través de la consulta con el médico homeópata, quién será el encargado de seleccionarlo y aplicarlo según los principios de la Homeopatía Unicista. De esta manera podrá alcanzarse un equilibrio en el más absoluto, profundo, y completo sentido de la palabra.